En la cadena de suministro alimentaria, los precios que pagan los restaurantes y los beneficios que reciben los productores no siempre están alineados. Mientras que los establecimientos pueden llegar a pagar cifras elevadas por ingredientes de calidad, los agricultores y productores suelen recibir una compensación baja en comparación con el valor final del producto. ¿Por qué ocurre esto y quién se queda con la mayor parte del margen?
Un sistema desigual
La diferencia de precios entre lo que cobra el productor y lo que paga el restaurante se debe, en gran parte, a la intervención de grandes distribuidores. Estos actores dominan el mercado y establecen condiciones que no siempre favorecen a quienes producen los alimentos.
Algunos de los principales problemas de este modelo son:
- Presión sobre los precios: Los grandes distribuidores negocian en condiciones ventajosas para ellos, imponiendo precios bajos a los productores, que se ven obligados a aceptar para no perder contratos.
- Altos costos de intermediación: Cuantas más etapas atraviesa un producto antes de llegar al restaurante, mayor es el margen añadido en cada una de ellas, encareciendo el precio final sin que esto beneficie directamente al productor.
- Condiciones abusivas: En muchos casos, los productores deben asumir riesgos como devoluciones de producto no vendido o retrasos en los pagos, lo que afecta su estabilidad económica.
¿Cómo lograr un precio justo para todos?
Para equilibrar la cadena de suministro, es fundamental que tanto productores como restaurantes tengan acceso a modelos de comercialización más directos y justos. Algunas estrategias clave incluyen:
- Fomentar la compra directa: Reducir la cantidad de intermediarios permite a los productores recibir un pago más justo por su trabajo, al tiempo que los restaurantes acceden a productos de calidad a un mejor precio.
- Transparencia en la fijación de precios: Una comunicación clara entre productores y compradores ayuda a establecer precios que reflejen el verdadero coste de producción y garanticen un margen razonable para ambas partes.
- Apostar por proveedores sostenibles: Trabajar con productores comprometidos con prácticas responsables no solo beneficia al medioambiente, sino que también fortalece un modelo de comercio más equitativo.
En nuestra empresa, creemos que el comercio justo comienza con conexiones directas y de confianza. Por eso, trabajamos para que los restaurantes accedan a productos de calidad directamente de productores sostenibles, garantizando precios que respeten su trabajo y hagan viable su actividad.
El precio justo no es solo una cuestión económica, sino también ética y sostenible. Valorar el esfuerzo del productor y garantizar un comercio más equitativo es clave para construir una cadena de suministro más eficiente y responsable.